Albacete, 15 de abril de 2024 (por si no sabes dónde te encuentras) Supongo que, lo mismo que me sucede a mí, le sucede a mil personas más. O quizás unas cuantas menos. Es por amortiguar y por empezar de alguna manera, porque el inicio es importante, ya sabes, eso de "cómo empieza y no cómo acaba". Una de esas cosas es lo mucho que me gustan los inicios de algunas películas; creo que era Samuel Fuller quien dijo que una película interesante tenía que empezar con una buena explosión, a partir de ahí todo iría bien. Yo no diría tanto, aunque sí podría afirmar que, con una serie de imágenes que me llenen la cabeza, que me llamen la atención, cualquier película ya me merecería la pena. En algunos casos, solo los primeros minutos, pueden ser dos, pueden ser diez, me apasionan y hacen que un trabajo sea digno de ver y de repetir su visionado. Si luego el resto de la película es bueno, malo o regular, es otra cosa. He empezado a ver Corazones de Hierro , de 1988, no recuerdo el ci