Todavía me estoy recuperando del paseo que me di por Badalona. Como es de imaginar, subía y bajaba esta cuestecica para ahorrarme las cañas y mis hijos llevaban una risilla en plan Beavis y Butthead, ji-ji-ji-ji-ji, ju-ju-ju-ju.
Como hoy estoy de buen rollo y hace un bochorno insoportable y la humedad nos va a matar en esta bonita ciudad de la Mancha, voy a meterme con alguien. Sí. Le toca el turno a una de esas fundaciones de un banco supergigante con nombre de empresario multimillonario y, al mismo tiempo, sinónimo de lo que se llevan los cacos en un robo (¿ya lo habéis pillado?). En fin, vi una ofertica de trabajo, de estas que molan, para trabajar en una asociación por un salario tirando a decente y me dije: ¡Voy a echarla! Es decir, voy a echar el CV. Pero amigo mío, no vale con mandar un correo con tu curriculum en word, no, eso es lo fácil para el parado. Lo que hacen las empresas serias es gastarse un dineral en una plataforma que no hace sino complicarnos la existencia. Tienes que rellenar datos y más datos y luego, encima, mandarles el CV en word. Para que luego ni se lo lean o una máquina lo clasifique. El caso es que cómo me lo veía venir, leí hasta el final y vi que era condición indispen
Pensaba gastar un par de bromas, de las güenas, de las de verdad, pero me he levantado con el pie tonto y la cabeza a punto de explotar, así que mejor no bromear. Con lo cual he hecho mi examen de conciencia y he dicho: este año no hay bromas, ala, yamenfadao . Así que me he puesto a pensar en la cantidad de cosas que tengo que hacer para preparar el Reto Fancine de este año. Lugar y hora : cafetería Aqua, a las 19.30 horas con cena en chino. Somos así de sibaritas, la verdad. Ésta es la parte divertida pero la parte menos agradecida es sacar las fotocopias, irte a casa y comprobar que estén bien hechas (esto en Albacete ya es un logro significativo). Saca la grapadora, líate a grapar y que quede todo ajustado y bien para que los puristas (no digo los nombres de Alberto y Juan que son más grandes que yo y me arrean) no digan que somos unos dejados. Revisa bien la mesa del comedor para que no hayas grapado de más...y cuida de que tus hijos no hayan cogido a hurtadillas la grapadora. ¡Se