Libros y cancioncillas en marzo
He comprado en la feria del libro un ejemplar a mitad de precio de S. King. Cuesta el doble en unos grandes almacenes con nombre francés de la ciudad. Es curioso e indignante, pero es lo que hay.
El libro habla de la mujer de un escritor muerto. Me imaginé a todas las mujeres de escritores que conozco y terminé rápido porque apenas conozco a ninguna. Pero, de camino a casa (ayer) recordé que esta semana ha sido el aniversario del fallecimiento de Charles Bukowski, ese tipo que hablaba tanto de él como de sus mujeres. De hecho sólo hablaba de él y de sus mujeres. Lo que para muchos puede parecer un aburrimiento y un tema demasiado trillado para otros es un placer.
Cuando llego a casa encuentro que Marce me ha regalado exactamente la canción que tenia que escuchar para seguir creyendo en los libros que te llenan de polvo los dedos y cubren la imaginación de colchones, almohadones y rinconcillos para descansar.
Pero luego, mientras la escucho, se me cuela la canción maldita que nos ha regalado Juan en su blog y me digo: El mundo es cruel, el mundo es divertido, el mundo es estrafalario, el mundo lo escribimos nosotros con nuestras cancioncillas, pero son las cancioncillas de otros las que se nos cuelan al tararear.
El libro habla de la mujer de un escritor muerto. Me imaginé a todas las mujeres de escritores que conozco y terminé rápido porque apenas conozco a ninguna. Pero, de camino a casa (ayer) recordé que esta semana ha sido el aniversario del fallecimiento de Charles Bukowski, ese tipo que hablaba tanto de él como de sus mujeres. De hecho sólo hablaba de él y de sus mujeres. Lo que para muchos puede parecer un aburrimiento y un tema demasiado trillado para otros es un placer.
Cuando llego a casa encuentro que Marce me ha regalado exactamente la canción que tenia que escuchar para seguir creyendo en los libros que te llenan de polvo los dedos y cubren la imaginación de colchones, almohadones y rinconcillos para descansar.
Pero luego, mientras la escucho, se me cuela la canción maldita que nos ha regalado Juan en su blog y me digo: El mundo es cruel, el mundo es divertido, el mundo es estrafalario, el mundo lo escribimos nosotros con nuestras cancioncillas, pero son las cancioncillas de otros las que se nos cuelan al tararear.
