Un buen par de razones

Como las personas somos así, me fui de viaje a París.
Y sí, lo vi todo, pero todo. Pero lo mejor del viaje fue que, saliendo de un restaurante libanés encantador me topé con una famosa. (Un viaje sin perderme y sin ver un famoso no es lo mismo).
Siempre que veo un famoso, artista o similar, meto la pata, es innato, no puedo evitarlo. Y en esta ocasión no iba a ser de otra manera.
Me acerqué a ella y...Acabo de caer en que no he dicho quién era: la recordaréis por películas anteriores como "No me aprietes que se me salen", "Dos buenas razones para vivir", "La verdad sobre las rubias" y otras similares. Ella es Adriana Karembeu.
Iba con mi mujer y mis niños, con el estómago lleno y decidí acercarme y decirle algo. Algo cortés, algo inteligente, algo bonito.
Me puse a su lado, me puse de puntillas, ella sonrió con delicadeza de modelo y en mi mejor francés le dije: "Enséñame las tetas".
Cuál fue mi sorpresa, cuando lejos de darme un sopapo, se rió con ganas y con un par de chicas que estaban a su lado (ayudantes sin duda, por estatura y maquillaje) comentó en inglés "este chico sin duda es español".
Volví con mi familia encarnado y sin haber conseguido...nada...salvo las risas de las chicas y el comentario habitual de mis hijos: "Papá tonto".

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