Finde al fin

Las semanas duras dejan paso a fines de semana estupendos, llenos de cervezas y chupitos de Jean Beam y frutos secos que, como diría Bukowski, sólo sirven para que tengas mal aliento al día siguiente.
He echado el bourbon y las cerves en el coche, he puesto las viejas cintas de ACDC y alguna que otra de Pearl Jam, me he puesto las gafas de sol con el imperdible a modo de tornillo y me he dispuesto para lo que surgiera...tremendo fin de semana.
El Jinbin al final se ha convertido en zumicos de frutas y café de termo en el coche; el rock se ha mantenido gracias al buen entender de mi Hijo Número 1, y mi Hijo Número 2 me ha quitado las gafas, ha soltado el imperdible, ha roto la patilla y se las ha puesto de medio lado.
Fin de semana estupendo.
Me cojo la sombrilla de la Caja Rural y el bañador pelotero, el libro de 800 páginas y la pelota de Nivea, fin de semana estupendo.
Carretera, rokanrol y familia, playa, arena y tortilla.
Me río de las semanas tortuosas, si luego me espera un buen finde.

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