Profundidad y filosofía. La nueva de J. Chan

A pesar de los futboleros, este fin de semana empieza el Mundial de Baloncesto, y a pesar de las estadísticas, el hech de que se juegue en Turquía hace que cualquier cosa sea posible.
El sábado empieza el lío y confío en que los comentarios no sean desoladores sino que la gente disfrute con el deporte, no con los resultados.
Pero no sólo de baloncesto vive el hombre.
Este fin de semana se estrena la nueva película de J. Chan: Karate Kid.
¡Sí!
Toda esta conjunción de emociones convierte mi vida en un torbellino inexplicable. ¿Por dónde empezar? Por el principio, claro. Como al cine no puedo ir, me descargaré la película para verla entre semana, comiendo un helado, esperando la llegada de la Feria.
Y, al respecto del baloncesto, como probablemente no pueda ver ninguno de los partidos (por mis nervios y por no disponer del poder del mando) leeré comentarios, blog y periódicos deportivos a la busca de una selección que nos ha dado a los amantes del baloncesto sangre nueva.
Hoy es viernes y los amantes de lo profundo estamos de enhorabuena.

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