Imaginando cosas

Hemos empezado la mañana con canciones de los 80 así como quien no quiere la cosa y la tostada se he puesto a bailar y los churretones de aceite han caído en mi camisa blanca, así que me he puesto de negro. Cosas de las tostadas.
Sin querer me he acordado de varias cosas. La primera, Villarrobledo y cuando me iba allí todos (o casi todos) los fines de semana. En concreto me he acordado de un bar, de un amigo (o tres) y de alguna canción. Y, claro, me he acordado de cuando iba de negro.
En aquella época teníamos la mala costrumbre de pasarnos las cintas de casete así a mala idea, para fastidiar a los grupos. Aunque la verdadera razón fuera que no había manera de conseguir música de otra manera que no fuera que alguien te pasara la grabación y tú, a su vez, hicieras una grabación, y así hasta el infinito.
En Albacete la música era cara, en Villarrobledo era imposible comprarla.
Pero esto parece la historia del agüelo cebolleta.
El caso es que un día compré (o compró mi hermanico) el disco de Los Ronaldos y ese fin de semana me fui al pueblo con el disco recién grabado, llegué el viernes por la tarde noche y lo primero que hice fue irme al Ménar a darle la cinta a Pepe (Cicu) para que la pusiera en el radiocasete.
Era una sensación estupenda. Tener 15 años y creer que eres el mejor del mundo, o el tercero. Para luego rodearte de gente y entender que eres uno más.
Ahora escucho la canción y me digo, no está mal cómo pasa el tiempo para algunos.
Aunque, por otro lado, reviso las canciones de la época (años 80) y pienso que mejor:

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