Un tipo feliz

Llevo semanas reflexionando, de hecho llevo meses reflexionando al respecto de mi vida, mi trabajo, mi familia, las vacaciones, los regalos de Navidad.
Y apenas he llegado a dos o tres conclusiones y casi siempre movido de la mano de mi señora que, además de mi consejera, sabe más que yo.
Pero este fin de semana he leído un artículo de eso agoreros donde se explica que las personas que más reflexionan y más piensan son las más infelices.
¡Pues vaya!
¿Será verdad el dicho de los tontos felices?
¿Tendré que dejar de reflexionar y pensar para pasar el día a día con una sonrisa mayor en el rostro?
Es complicado saberlo, pero uno no puede modificar su manera de ser así como así; por mucho que insistan los aprendices de Osho, seguidores de Reiki y demás.
Con lo cual me he puesto a pensar en mi vida, en que si pienso más, soy más infeliz y me he enredado.
Por suerte, las palabras de mi señora y de mi madre me consuelan siempre. Su frase favorita para dirigirse a mí es: "Pero qué tooonto eres".

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