Un rumor que bien podría ser cierto
Me ha llegado un rumor que no sé si es cierto o no pero tiene su miga.
Es indudable que la sociedad vive un mal rollo constante, la gente está mosqueada, pero esto en España no es nuevo, lo que sí es nuevo es la actitud hacia los políticos: el mal rollo se está convirtiendo en odio.
El rumor viene de la ley del tabaco en los bares y lo perjudicial que está siendo para los negocios. Parece que todo el mundo está de acuerdo en que sí, es perjudicial y va a implicar el cierre de algunos bares de barrio, los de toda la vida, donde bajamos al café, a almorzar o echar una parrafada con los amigos.
Tomando un café sin humos, escuché en tono muy bajo que se han reunido un grupo de hosteleros para espiar a quien fume...y denunciarlos...hasta aquí todo parece normal. La cuestión es que a las personas y lugares que se pretende espiar y denunciar no son los bares, los restaurantes o los parques sino el Ayuntamiento, la Diputación, las sedes de los partidos políticos y las diferentes delegaciones de la junta, es decir, donde haya políticos.
Y claro, van a ser denuncias de lo más sonadas.
Aunque no sé si llegará la sange al río.
Yo sólo aviso: cuidado cargos públicos fumadores, os espían y os pueden denunciar si fumais en vuestros despachos, o en reuniones privadas.
Es indudable que la sociedad vive un mal rollo constante, la gente está mosqueada, pero esto en España no es nuevo, lo que sí es nuevo es la actitud hacia los políticos: el mal rollo se está convirtiendo en odio.
El rumor viene de la ley del tabaco en los bares y lo perjudicial que está siendo para los negocios. Parece que todo el mundo está de acuerdo en que sí, es perjudicial y va a implicar el cierre de algunos bares de barrio, los de toda la vida, donde bajamos al café, a almorzar o echar una parrafada con los amigos.
Tomando un café sin humos, escuché en tono muy bajo que se han reunido un grupo de hosteleros para espiar a quien fume...y denunciarlos...hasta aquí todo parece normal. La cuestión es que a las personas y lugares que se pretende espiar y denunciar no son los bares, los restaurantes o los parques sino el Ayuntamiento, la Diputación, las sedes de los partidos políticos y las diferentes delegaciones de la junta, es decir, donde haya políticos.
Y claro, van a ser denuncias de lo más sonadas.
Aunque no sé si llegará la sange al río.
Yo sólo aviso: cuidado cargos públicos fumadores, os espían y os pueden denunciar si fumais en vuestros despachos, o en reuniones privadas.
