Terremotos y buena voluntad

El terremoto de Japón fue el 11 de marzo. Hay fechas que dejan de ser números, cierto.
Una cosa que me llama mucho la atención es que en estas situaciones sale el lado humano de los humanos. Que no dejamos de serlo, por mucho que algunos se esfuercen en hacer el MAL.
No dejo de sorprenderme pero poco, la verdad, porque yo soy de los que se fían de la gente (así me va) y pienso que hasta los más rasteroshijoputas tienen lado humano.
En el 11S de Madrid la gente salíó a la calle, hizo lo que nunca hubiera hecho si la situación no fuera la que fue. Leo que en Japón ciertas empresas de telefonía regalan las llamadas de las cabinas, las máquinas expendedoras regalan los alimentos y, por supuesto, en todas partes aparecen imágenes de gente normal haciendo de héroes.
¿Por qué pasa esto? ¿Sólo somos buenos cuando la catástrofe se cierne alrededor? ¿Sólo nos comportamos como personas cuando el resto del mundo se hunde?
Sigo siendo inocente, me fío de las personas, de casi todas. Menos mal que tengo cerca gente que me advierte que hay demonios, diablos y rastreros que se aprovechan de uno a la mínima oportunidad.
En estos días pienso en Toni, en Osaka-Japón, mis amigos de Albacete preguntan por él y por su familia. La gente es buena, aunque debo decir que estas personas suelen hacer el BIEN porque sí. Como Toni.
Una reflexión que no me conduce a nada, sólo a darme cuenta de mi propia inocencia.

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