Día internacional contra los triunfadores

Hoy es un día de los buenos, hoy es un día en que me siento grande, tan grande que podría incluso machacar en una canasta de minibasket. Elijo mi banda sonora para subir y bajar escaleras porque tengo los pies destrozados, será la edad, porque otra cosa, desde luego, no.
Y he pensado en mi entrada del blog de hoy, que no va a gustar nada en absoluto a mis amigos. Pero nada.
El motivo viene a continuación:
No me caen bien los triunfadores, aunque sinceramente es sin motivo. No conozco a ningún triunfador, mis amigos no son triunfadores, mi familia no es triunfadora, la gente que admiro (dentro de las limitaciones propias de esta expresión) tampoco es triunfadora.
Crecí en la España en blanco y negro (bueno marrón y azul marino, para ser más exactos), con equipos de fútbol lastimosos, una selección de baloncesto que casi siempre perdía y atletas que por mucho que corrieran no alcanzaban a los eeuuenses, rusiéticos o alemanéticos (todos ellos dopados según ha demostrado la historia, pero esto es una valoración que tampoco viene a cuento).
Mi equipo de futbito perdía por 27 a 0, no es broma, uno de los resultados más divertidos que he visto en mi vida, porque lo pasamos bien a pesar de todo. Fue el día en que entendí que perder no es del todo malo.
Porque he dicho que no conozco a triunfadores, pero no todas las personas que conozco son perdedores porque en este caso no hay blanco y negro, sino tintas diversas.
No conozco a Emilios Botín ni familiares cercanos, ni lejanos en tercer grado. La gente que conozco sobrevive, algunos mejor que otros, es cierto, pero todos dentro del espacio en que me muevo, el de los no triunfadores. Vale, algunos de ellos han nacido con estrella pero no suficiente como para destacar.
Y el caso es que muchos de ellos son genios pero no han nacido en Madriz ni en Barcelona, bueno, tampoco han nacido en Praga o Londres, en cierto sentido, creo que es más una excusa que otra cosa.
He ganado un montón de cosas, y recurro a menudo a la frase que decía mi abuela, cito de memoria "el más rico es el que se conforma con lo que tiene", pero son esas frases heredadas del franquismo que los señoritos y los curas obligaban a memorizar a los pobres.
Precisamente por eso hoy es un buen día, porque es un día contra los triunfadores, el día mundial concretamente.

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