ardores de agosto ¡qué buena frase!

sacaos los pasteles de la boca, dejad a un lado las rosas y poned los pies en remojo, así se refrescan los cuerpos (aunque ahora mismo, con salir a la puerta de la calle sería suficiente).
¿ya se os ha pasado el síndrome cortinglés?
bien
pues yo sigo con lo mío, las cosas públicas.
esta cosa pública se llama libro de la biblioteca.
los libros de la biblioteca son de todos, con lo cual deberían usarse con el debido respeto: porque son de todos.
pero ojeando y hojeando ciertos ejemplares me acuerdo de aquella desafortunada frase que decía: "el bosque es de todos, ¡quema tu parte!".
si los libros son como míos, ¿por qué no doblarlos, rayarlos, romperlos, mancharlos de café y otras cosas que mejor no decir por pudor?
cualquiera de vosotros lo habrá sufrido en sus carnes. pero uno de los más obvios es la esquinita superior doblada, para saber por dónde va uno.
¿acaso las personas no conocen los marca páginas o un recorte de periódico o un ticket de la compra?
no, parece que no.
por otro lado, los libros son de todos así que, ¿por qué cuidarlos? si se rompen, ya comprarán más.
ah, que ya no se compran libros en la biblioteca, ¡vaya!
digo esto porque el último libro que he sacado de la biblio Ardores de Agosto de Camilleri está marcado en casi todas sus hojas porque lo ha leído mucha gente.
pero lo más divertido es que está marcada LA PRIMERA PÁGINA.
¿quién es el cachondo que empieza un libro, lee la prímera página y se olvida de que va por la primera página?
cosas que pasan.

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