Poemas adolescentes de verano


El chico miró a la chica porque no sabía hacer otra cosa

no había aprendido las palabras exactas

las que aprendería más tarde

(tan tarde).

Miró a la chica antes de abandonarla

sin beso de despedida

y caminó con una canción de

un viejo grupo con un nombre

fantástico

supervagabundo.

Un estribillo

las botas militares negras sin manchas

y la mente perdida en el futuro

nunca nada era mejor que nada

nunca nada era mejor que algo.

El chico miró a la chica de nuevo pero ya no estaba

ni estaría nunca más.

¿y qué?

¿otra chica más, otro amor más

otro corazón roto?

La música se aceleró conforme recordaba el estribillo

nunca la letra (en inglés, claro)

sólo una musiquilla demasiado adolescente

para ser de adultos

Pero funcionaba.

Pasaron dos esquinas

incluso pasó el Altozano

y el chico miraba sus botas nuevas

no se las quitaría nunca.


Un poco más allá de la fuente, aparecieron

dos chicas

las mujeres más guapas que había visto jamás.

Pensó en algo tan tonto

como

¿cuántas mujeres podría perseguir con sus botas nuevas?

Entradas populares de este blog

No me quieren en un trabajo que no he pedido

Inicios de película, inicios de películas