Roald Dahl, el cuentista

Supongo que fue en La Clave, o después de una serie de dibujos animados los sábados. Emitieron Charlie y la Fábrica de Chocolate, la versión vieja, claro, no la nueva. O quizás fuera en Alfred Hitcock presenta, pero está claro que muchos de nosotros conocimos a Roald Dahl antes de saberlo y nos gustaba sin siquiera conocerlo. ¡Cuántas veces sucede que te gusta un escritor a pesar de no saber ni quién es!
Un escritor es el tipo que da forma a los guiones, de cine, de teatro, de televisión, un tipo oscuro casi siempre, que se oculta en las sombras de sus noches alcohólicas y pervertidas (lo sé de buena tinta)
Es uno de estos autores que olvidas, al menos yo, hasta que de repente sale una nueva adaptación o tienes que contar un cuento a un niño.
Fui a la biblioteca, me acerqué a la sección CUENTOS y zapatascrás, veinte libros de Roald Dahl, ¿cuál cojo? Por un lado he leído un par de ellos a mis nenes, que se quedan encantados. Por otro lado, he cogido una selección para mí, ¡y da miedo de lo buenos que son! Aparte, da miedo que estos cuentos estén en la sección infantil cuando indudablemente no lo son. Pero pasa con muchos autores, se camuflan en las bibliotecas infantiles, quizás conscientes de que las manos y mentes infantiles les tratarán mejor.
A uno se le olvida que escenas como ésta, modificadas, son idea de Roald Dhal:




Porque, no lo olvidemos, el tipo escribe alto y claro: llama a los niños gordos gordos, a los glotones y maleducados les da su merecido, a la gente cutre la llama cretina; y critica mordazmente a la industria editorial literaria, la gente que se las da de entender de vino, los nuevos ricos, las guerras.
Lo que quieras.
Es un tipo que escribe cuentos, quiero decir, era un tipo que escribía cuentos, pero no sólo eso.
Su sitio web es recomendable, dale al volumen porque de vez en cuando se tira pedos, ¡una web que se tira pedos!
No haré un análisis literario porque para eso hay gente lista que sabe y se dedica a esto, pero sólo os diré que hagais repaso: Charlie, Hitchcock, Matilda, Relatos de lo inesperado, James y el melocotón gigante, los Gremlins...Sólo se vive dos veces.
Lo sé, te apetece acercarte a la biblioteca pero eres un poco gandulete.
Pues no lo seas, en dos horas que pierdes delante de la tele puedes leerte varios cuentos, o leérselos a tus polluelos. O si no quieres leer, piratea la serie de Hitchcock y la ves.
Ya sabes las consecuencias de que tu encendedor no funcione, chisque, tire, marche, prenda...encienda.

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