miseria


Final del capítulo IV: "(...) La tercera, que Annie Wilkes estaba bastante loca".
lo mejor de leer a un tipo que escribe sobre locos y locura es que te hacer ver el mundo de otra manera. ¿una loca que amarra a su cama a su escritor favorito? ¿no lo harías tú con pérez reverte? pero no lo haces por un problema de logística, más que otra cosa.
no es miedo, no es temor a las leyes o la cárcel, llegados a este punto, apenas tenemos miedo de nada que no sea llegar a fin de mes. y si tienes al capitán alatriste en la cama, ¿qué más da llegar a fin de mes?
imagina incluso atar a punset a tu cama, con las piernas rotas tras un accidente de coche, lo tienes dopado e inmovilizado a base de drogas y sopitas de verdura con mucha agua y poca verdura. te susurraría cosas como "el verdadero valor de la inteligencia emocional".
pero no, gracias a libros de locos y locuras, gracias a libros de asesinatos y libros en los que te dan ganas de asesinar a sus protagonistas, nos cohibimos, dejamos de un lado nuestra maldad, apenas un sentimiento fugaz que dejamos vagar por nuestra mente y ya.
un toque de humor nunca viene mal,
aunque no sabemos lo que opinaría Lucky al respecto
no sea que se entere pérez reverte y venga y nos fostie.
gracias a personas como s. king sabemos que el mal acecha y apenas se enmascara en esta sociedad.
elijo tres titulares de un medio de comunicación provincial a modo de ejemplo: 
  • sorprendidos llevándose 39 sacos de cemento de una obra.
  • arrestada por simular un robo para timar al seguro.
  • pillado conduciendo con un carnet falso y 48 bolsos también falsificados.
que tampoco es hacer el mal en sentido estricto, cemento para una chapuza en casa, timar al seguro es casi justicia poética y tener cosas falsificadas...en fin...que no son el mal, podría elegir otros titulares que sí dan ganas de volverse Annie Wilkes.
así que miro la portada del MISERY en mi mesita y no me parece tan mal plan, una tía loca que sabes desde el primer momento que está loca de atar pero que es quien manda en realidad, es una perdedora pero es quien manda, tiene atado, amarrado, al escritor de bestsellers. ¿mola?
puede que sí, siempre que se quede en la mesita reposando, quince páginas, me entra el sueño, buenas noches.


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