Cosas de sábado en Albacete
Cosas de sábado en Albacete
Una señora entra en el mercadona, perdón, no quería decir mercadona pero es que es su marca comercial y como ahora todo el mundo en la red se mete hasta con mercadona y el corte inglés, pues mercadona y corte inglés.
Entra una mujer en el mercadona con sus dos hijas y su marido.
Este fin de semana en las puertas de este establecimiento solidario y familiar, se encontraban unas atentas y solidarias señoras que repartían un folleto indicando que, si querías, podías participar con EL BANCO DE ALIMENTOS dejando un litro, un kilo o una lata de algo.
Todo el mundo lo conoce, es clásico.
Cualquiera que puede gastarse entre 30 y 50 euracos (familia de cuatro elementos, ¡y qué cuatro elementos!, cuánto podría gastarse. No añado nada por respeto a las personas con problemas de peso), ¿cómo no podría gastarse 80 céntimos en un paquete de arroz, macarrones, etcétera, de la marca blanca solidaria de mercadona?
En fin, solidarios en un mundo solidario donde a todos se nos llena la boca con lo bien que lo hacen lo del BANCO DE ALIMENTOS, esos jubiletas simpáticos que dedican las horas de su tiempo, GRATIS, al servicio de los demás.
GRATIS, GRATIS, GRATIS.
Pues esta señora se quedó mirando a su marido con cara de asco, literal, no fue cara escéptica, fue cara de asco y le dijo (cito de memoria):
-¿Qué mierda te han dado? ¿Dónde coño vas con eso?
-Sólo es el folleto, si queremos dejamos algo, si no, no -contestó melifluo el marido.
-Si no vamos a dejar nada, vas a ir cargado todo el rato con el papel, ¡anda, devuélveselo no vaya a ser! -Ordenó la señora, muy suelta ella en sus labores.
Y se encaminaron al interior del Mercadona la madre y las dos hijas, mientras el marido cabizbajo devolvía la octavilla a la mujer del BANCO DE ALIMENTOS, nada sospechosa de ser perroflauta ni yayoflauta sino una señora BIEN con ganas de ayudar, GRATIS, GRATIS, GRATIS.
Una señora entra en el mercadona, perdón, no quería decir mercadona pero es que es su marca comercial y como ahora todo el mundo en la red se mete hasta con mercadona y el corte inglés, pues mercadona y corte inglés.
Entra una mujer en el mercadona con sus dos hijas y su marido.
Este fin de semana en las puertas de este establecimiento solidario y familiar, se encontraban unas atentas y solidarias señoras que repartían un folleto indicando que, si querías, podías participar con EL BANCO DE ALIMENTOS dejando un litro, un kilo o una lata de algo.
Todo el mundo lo conoce, es clásico.
Cualquiera que puede gastarse entre 30 y 50 euracos (familia de cuatro elementos, ¡y qué cuatro elementos!, cuánto podría gastarse. No añado nada por respeto a las personas con problemas de peso), ¿cómo no podría gastarse 80 céntimos en un paquete de arroz, macarrones, etcétera, de la marca blanca solidaria de mercadona?
En fin, solidarios en un mundo solidario donde a todos se nos llena la boca con lo bien que lo hacen lo del BANCO DE ALIMENTOS, esos jubiletas simpáticos que dedican las horas de su tiempo, GRATIS, al servicio de los demás.
GRATIS, GRATIS, GRATIS.
Pues esta señora se quedó mirando a su marido con cara de asco, literal, no fue cara escéptica, fue cara de asco y le dijo (cito de memoria):
-¿Qué mierda te han dado? ¿Dónde coño vas con eso?
-Sólo es el folleto, si queremos dejamos algo, si no, no -contestó melifluo el marido.
-Si no vamos a dejar nada, vas a ir cargado todo el rato con el papel, ¡anda, devuélveselo no vaya a ser! -Ordenó la señora, muy suelta ella en sus labores.
Y se encaminaron al interior del Mercadona la madre y las dos hijas, mientras el marido cabizbajo devolvía la octavilla a la mujer del BANCO DE ALIMENTOS, nada sospechosa de ser perroflauta ni yayoflauta sino una señora BIEN con ganas de ayudar, GRATIS, GRATIS, GRATIS.
