Anima a tus equipos, anima al CBV Villarrobledo y el Albacete Basket

Como estoy ganoso y de viernes, voy a escribir de baloncesto.
Así, como quien no quiere la cosa. Además, cuando escribo de baloncesto me lee más gente, la gente guapa y lista.
Este año estoy contendo porque sigo y soy socio de dos equipos de liga EBA, el Albacete Basket y el CBV Villarrobledo (de quien ya era socio antes de que ascendieran).
Lo bueno de tener equipos de la provincia es que los tienes cerca, los conoces, puedes ir a verlos entrenar, puedes disfrutar de buen baloncesto. Y no hablo de otros buenos equipos de La Roda, de Tobarra o de Almansa porque me pillan más lejos y no los conozco, pero sé que muchos jugadores de la provincia están disfrutando de una vida deportiva (más o menos larga, me da lo mismo) gracias a estos equipos y estas competiciones que, para nada, son de inferior categoría.
Mi amigo Alfredo, entrenador del Albacete Basket. Foto de El pueblo de Albacete.

La primera prueba la tenemos en Estudiantes y Real Madrid que tienen a sus promesas peleando contra mis chicos de Albacete y Villarrobledo. Esos chavales, algunos de ellos, es posible que sean estrellas en un par de años. Aunque el hecho de ser estrellas no es la motivación de quien va a ver y disfrutar del baloncesto.
Al que le gusta, va porque quiere, porque quiere pasarlo bien. Anotaciones elevadas, superiores a 70 puntos, buenas jugadas, buenas defensas, juego táctico estudiado, por supuesto triples y mates. Pero, sobre todo, rapidez, velocidad, buen juego. Y pasión, esa palabra que sirve para abarcarlo todo y tan difícil es de explicar.
Es complicado hacerse una cantera, eso lo saben bien en Villarrobledo y aquí en Albacete, donde el EBA lo está haciendo de maravilla, contagiando la pasión a los más chavales. Recordad: las escuelas deportivas salen casi siempre de mucho esfuerzo y poca recompensa (si la pasión por un deporte, ver jugar a los chavales y verlos progresar a nivel deportivo y personal es poca recompensa). Aquí en Albacete y Villarrobledo nadie se hace rico, más bien al contrario, se sacrifican horas de familia, de reposo, de descanso y, en casos que conozco, ahorrillos para gasolina, equipaciones, balones o una merienda para los chavales.
Si es complicado hacer una cantera, formar y mantener un equipo en liga EBA es complicadísimo. 
La primera en la frente, sabéis a cuál me refiero: DINERO. Sí, dinero que pide la federación española, dinero que cuestan los viajes a lo largo de la región, hasta Madrid y hasta las islas Canarias. Dinero que cuesta fichar a un par o cinco de jugadores que apoyen al colectivo canterano. Estoy hablando de jugadores de otros países que vienen a Albacete o
Villarrobledo a jugar por apenas 400 euros. En casos, ni eso.
Dinero para alquilarles unos pisicos y que no vivan en la calle. En otra época existían convenios con  Consejerías de Deporte y algunos deportistas vivían en residencias de estudiantes (sin ir más lejos, me refiero a jugadoras del Voley, ya sabéis, aquel deporte de referencia internacional en Albacete que permitieron extinguirse).
Dinero, fichajes, trabajo semanal, sacrificio, adaptación a un pueblo (Villarrobledo lo es; Albacete también, aunque sea más grande, no nos engañemos)
¿Qué pide la afición? Victorias, claro, no puede ser de otra manera.
Pero en la mayoría de los casos se pide esfuerzo, buen juego, sacrificio, buen juego, que me hagan vibrar. ¡Buen juego!
En Albacete Basket han empezado bien, ganando dos partidos, perdiendo otro. Un buen inicio, con buenas sensaciones que tiene a la gente de la capital emocionada. ¡Pero el Pabellón del parque no se llena a pesar de la fuerza que hacemos todos!
Por otro lado, el CBV Villarrobledo lo está pasando regular, con un inicio complicado, contra equipos difíciles y con muchas críticas de esas personas, esos aficionados que sólo ven fallos, errores, pérdidas, o fichajes mal hechos: ya sabéis, hay mucho listo por ahí que siempre lo haría mejor.
Esa no es la opinión de la mayoría, ni mucho menos. ¡Menudo equipazo tiene el CBV!
Apoyar a un equipo, sea el que sea, cuando gana, es lo más sencillo del mundo. Cuando lo pasa mal un equipo pequeño, si no cuenta con el apoyo al cien por cien de sus aficionados, el armazón corre el riesgo de desmontarse. Me refiero al armazón completo, desde el equipo EBA a las escuelas deportivas.
Al Madrid, al Barcelona, al Valencia, al Baskonia, no les pasa, y aún así sufren lo suyo.
Aquí tenemos que apoyar al equipo, siempre. Si ganan, animar. Si no lo hacen, animar más fuerte. Y si no me gustan los pantalones del entrenador, o no me gustan las patillas del base, el tiro del alero o cómo salta el pivot, mala suerte.
Este finde, a animar al CBV Villarrobledo y al Albacete Basket.

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