Que sirva de ejemplo

Han sido tantas las decepciones
que pueden venir cuantas quieran.
Tantos sinsabores
que pueden aparecer
uno a uno.
Uno y otro y un tercero.
Y otro más, si quiere.
A cada sinsabor
un dulce.
A cada decepción
me acompaña tu mano.
(olvidé decirlo)

Entradas populares de este blog

Ladronzuelo, pequeño cuento de provincias

Bodas de oro

El lado bueno de las cosas en la Feria de Albacete