anotaciones entre páginas

     hacía tiempo que no iba a la librería circus a cotillear.

ha tocado esta tarde y he perdido el tiempo un rato, antes de llevarme varios libros antiguos y/o viejos que no vienen al caso.

me ha acompañado miguel, necesita ir confeccionando su propia librería y un poco de impulso. además, en el siglo xxi, el de las nuevas tecnologías y las contradicciones impensables, necesitaba un diccionario de español/griego para el examen de la evau/ebau.

en la librería nos han dicho que había uno de segunda mano, pero era un poco viejo. miguel y yo nos hemos mirado con esa mirada cómplice e idiota padre-hijo, ¿un diccionario de griego con palabras nuevas? 

vale, es humor idiota.

nos hemos llevado el diccionario, aun siendo de 1973 se encuentra en buen estado. nada que no se solucione con un poco de cola...y que aguante durante la hora y media, o dos horas, que dure el examen, para retornar a la estantería, o quizás a otra librería de segunda mano donde seguir su periplo vital.

llegamos a casa, sin bolsa ni envoltorio. os recuerdo que seguimos en el siglo xxi del reciclaje y el gasto mínimo por y para nuestro medioambiente. dejamos los libros sobre la mesa y empezamos a revisar el diccionario. la propietaria le puso el nombre, quién sabe si en 1973 o años más tarde. como es un nombre que podría ser el de tu madre, mejor no lo escribo. tampoco lo escribo porque...

¡está lleno de chuletas!

¡está lleno de chuletas!

¡eso sí es un diccionario!

nos hemos reído un rato, luego hemos empezado a borrar palabras, por suerte escritas a lapicero, para evitar que alguno de esos profesores celosos de su trabajo y del futuro de nuestra juventud, expulse a miguel del examen de griego por un diccionario viejo con apuntes con caligrafía femenina con chuletas inservibles. 

el que es celoso de su trabajo, es celoso incluso en el tiempo.



luego he buscado palabras al azar y, ni con gafas, he podido adivinar qué significan esas hormiguillas de idioma imposible.

consciente de mi propia ignorancia, he cogido uno de los libros de detectives donde sé diferenciar al malo del bueno.

venía sin anotaciones, ni firma, ni, mucho menos, chuletas.

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