Como perros y gatos para ser uno más, como vosotros
Quería ser como ellos, ¿es tan difícil entenderlo?
Me pasé años viendo su televisión, escuchando sus canciones
deseando su riqueza, su belleza rubia y azulada, sin grasa
sin imperfecciones.
Leía libros donde la vida era fácil, maravillosa
mientras que a mi alrededor, puf, a mi alrededor
todo era monótono, tradicional, lento.
¿Es tan difícil entender que quería sus bebidas
azucaradas mientras paseaba con ellos por
una calle repleta de ángeles sonrientes
con dientes de porcelana?
Quería probar sus zumos frente a un amanecer rosáceo,
sus cereales de caramelo y sus risas encapsuladas.
Miré el mapa, solo tenía que cruzar un océano azul
en uno de aquellos aviones ultrasónicos.
Quería tener dinero, mucho dinero, como ellos
porque en mi lugar no había futuro, ni esperanzas
ni riqueza fácil; construirse a uno mismo desde la nada,
tener una mansión. Tener más dinero
del que jamás pudiera gastar.
Yo solo quería ser como ellos.
Memoricé las respuestas: quiero ser como vosotros
y no quiero matar al presidente;
quiero trabajar, hacer el bien, ser buena persona, decente
honrado. Conozco vuestras costumbres
y aprenderé vuestro idioma. No, no mataré al
presidente.
En el aeropuerto me encerraron en una celda más grande
que mi casa de alquiler.
Respondí las mismas preguntas
hice mil flexiones para demostrarles que era
fuerte y sano.
Me dejaron entrar, aunque la vida no es fácil aquí,
sin sonrisas de dentadura perfecta,
ni dinero brotando de manantiales,
ni ojos azules donde calmar mis pasiones
televisivas.
No paso hambre ni sed.
Leí en Internet que quienes atravesamos el océano
comemos perros y gatos.
Eso hice;
para ser como ellos.
¿Tan difícil es comprenderlo?